Redefiniendo el tiempo

Hoy sería el cumpleaños #75 de Mama. A casi 5 años de su partida, me sigue sorprendiendo lo reciente que se siente. Aunque tengo más canas y las entradas están más desarrolladas, sigo siendo el hijo de Marietta y parte de mí siempre lo será.

 

Uno de los ajustes más intensos que tuve que hacer a su partida fue ver cómo me organizaba. De camino al trabajo hablaba con ella. De vuelta del trabajo hablaba con ella. A veces durante la hora de almuerzo la llamaba. Le daba forma a mi día gracias a ella y siempre había algo para compartir y contar. Aún en los días que no pasaba nada, siempre había algo que contar entre nosotros.

 

Sigo hablándole todos los días y cuando escribo a la noche en mi diario, recapitulo lo que pasó en el día, de qué estoy agradecido, le doy gracias a Dios por las bendiciones, le escribo a Mama y le cuento un poquito de lo que está pasando poniéndola al día con acontecimientos y cierro hablándome a mí mismo con palabras de reflexión y apoyo. Cuando voy a caminar, siempre hago un alto a mitad de mi ruta y le hablo a Mama ya sea en un banquito, bajo la sombra de un árbol o frente al río que tanto asocio con ella por alguna razón.

 

En mis cuentos, la capturé como Mrs. Fawn y si has leído mis libros, pues podemos hablar más de por qué su personaje es quien es y por qué sus habilidades. En el último libro, tiene un rol muy importante y capturo mucho de lo que experimenté con ella esos últimos meses y días. Y es que ella siempre le dará forma a mi realidad de alguna manera u otra. Mucho compartimos y aunque me hace una falta descomunal y fácilmente se me aguan los ojos al pensar de ella, también se me hace igual de fácil sonreír por todo lo que vivimos juntos.

 

Hay personas que me han preguntado cómo se maneja el dolor al perder a alguien que quieres y siempre digo que es algo que cada persona tiene que definir y que tienes que buscar lo que te funciona. A mí me llena brindar por ella, incluirla en mi diario, escribir sobre ella en mis cuentos, contarle a la gente cosas y ocurrencias de ella, recordar buenos tiempos e internalizar todo el amor que compartimos. El dolor está, ahora el dolor es energía y la podemos poner a trabajar en favor de algo bonito. Un poema, una canción, un cuento, un dibujo, un favor a alguien, un acto de solidaridad, una llamada a un amigo que extrañas, una sonrisa a alguien que te dijo buenos días. Puede ser algo grande o algo chiquitititititito pero la opción está ahí.

 

No es de no llorar. No es de no sentir. Es de buscar balance y recordar que si duele es porque tocó tu vida, porque sigue siendo importante y porque tu vida es mejor al haber tenido a esa persona contigo. Yo sigo celebrando a Mama con un Cheers Mama Estrada con cada copa que me doy. Y cuando me regalo un momento, sigo impresionado por el tiempo que ha pasado y lo rápido que pasa.

 

Y esa es la única realidad que te puedo decir con certeza. El tiempo vuela y nos toca aprovecharlo a lo máximo. Si lo puedes hacer hoy, hazlo hoy. Si algo interfiere, ponte un recordatorio. Recuerda que hay que ser terco para la bueno. También busca el balance siempre y vela por no enfocarte en cosas que no valen la pena. Un año suena como mucho, pero todavía se divide en días, horas, minutos y segundos. Ama libremente. Busca todas las sonrisas que puedas. Si hay pocas sonrisas, cosecha sonrisas como puedas. Date la dona. Tómate el vino. Llama a tu amiga. Date una cerveza con tu pana. Complace antojos todas las semanas. Mantente en contacto con tus seres queridos de la manera que puedas y vive.

 

La vida dolerá, ahora cada día es una invitación a vivir y disfrutar. No es que no haya preocupaciones, dolores, pérdidas y frustraciones. La vida es vida y seguirá el rumbo que tenga que seguir. Ahora, no le quita que cada día es una oportunidad para disfrutar, brindar, celebrar y hablar con tus seres queridos, aún los que ya no están en este plano.

 

Gracias a todo el mundo que me ha enviado felicidades a Mama por su cumpleaños. Sigo sorprendido por lo rápido que pasa el tiempo al igual que sigo sorprendido por todo el amor que ella sigue inspirando. Gracias por dejarme compartir ese amor y te guardo un abrazo para cuando nos veamos en agradecimiento por leerme, quererme a mí y a los míos y por compartir un pedacito de vida conmigo.

 

Dos abrazos y un adiós.

 

JD