Si algo siempre he disfrutado es escribirle a Mama. Siempre mantuve la tradición de escribirle para Navidad y para su cumpleaños y aunque ciertas circunstancias cambian, algunas tradiciones se mantienen.
Va año y medio desde que Mama falleció y le sigo escribiendo. Le cuento de lo que vivo y no me limito en lo que incluyo en las cartas, igual que cuando se las enviaba. Le escribo en el presente porque aunque no esté en este plano, sigue con nosotros y a menudo la siento. Aunque hablemos claro, si le escribo en el pasado de seguro me diría que me dejara de pendejaces y si me visita en un sueño mejor que sea de buenas. Hoy mi esposa y yo hicimos un tres leches a nombre suyo y brindamos con un sauvignon blanc de lo más sabroso, que de seguro le hubiese encantado y se apuntaría para una segunda o tercera copa y ahora me senté para que también viviera en mis palabras.
Si algo caracterizaba a Marietta Estrada, es que hacía todo con mucho amor o con el corazón y mucha gente la recuerda con mucho cariño. Durante los últimos años, se me han unido tantas personas para brindar por ella y me han dejado unirme a ellos para brindar por los suyos, en las buenas, las no tan buenas y las 2020 (vamos, podemos usarlo de adjetivo). En más de una ocasión me han preguntado que cómo sigue Mama porque sigo haciendo posts de ella y brindando por ella. Momento de lo más particular porque me toca no sólo dar la mala noticia de que falleció, sino indicarle a la persona que fue en el 2019. De seguro Mama se mea de la risa a la vez que le da pena, porque ella no disfrutaba que la gente se sintiera mal. Lo fraseo de esta manera y a menudo conjugo oraciones con Mama en el presente, porque el amor que tengo por dentro lo siento - no lo sentí. Lo vivo - no lo viví. La confusión que la gente se lleva al enterarse que Mama falleció la entiendo y hasta pido disculpas, por el mal rato, aunque les agradezco por preguntar y por escribirme, porque en realidad eso es lo que importa y conste, qué lindo ese detalle. Aún después de todo este tiempo, la gente la siente viva y cerca y no puedo imaginar mejor respuesta que eso. Significa que algo que ella hizo o que hice yo o alguien emparentado con ella caló profundo lo suficiente para hacer una marca.
La incluyo en mis cuentos, porque pues, la extraño y qué más cerca la puedo tener que en mis pensamientos y en mis palabras. Por eso siempre le invito a la gente a escribir del corazón, a enviar cartas, a enviar mensajes de texto, a no abreviar ni sus palabras ni sus sentimientos y compartirlo lo más posible, no sólo porque se siente bien, sino porque hasta cierto punto te hace inmortal. Mama falleció en la madrugada del 15 de junio de 2019…y aún la sienten viva. Lo más lindo de esto no es sólo que ella sigue viva, sino que invita a otros a amar un poco más, a no dejar el amor en el pasado y a encontrar las personas que aman en los pequeños detalles, no importa si acaban de irse de este plano o si han pasado años desde que partieron. Hay vida en las palabras y lo escribo no sólo porque lo creo, sino porque lo siento. Son muchos los ángeles que viven en mis palabras y es un orgullo y un gusto poder compartir un poco de Mama para que siempre quede claro que soy uno de los hijos de Marietta y que ella sigue viva.
Con todo el amor y agradecimiento por compartir lo que ahora son nuestras palabras.
Un abrazo,
JD
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