Monday, August 13, 2018

38 pa’ 25 papeh

Recientemente debatí con mi esposa sobre la manera correcta de decir ‘papi’ en puertorro. Nuestros estudios exhaustivos indican que se escribe con ‘E’ y termina en ‘H’. Cabe hacer la salvedad de que si por casualidad estás bajo las influencias del alcohol, la ‘H’ se intercambia por ‘J’ alrededor del tercer o cuarto palo, dependiendo de tu tolerancia al alcohol.

¿Qué tiene que ver esto con mis 38? Tres pepinos por no hacer referencia a las Islas al este del continente de África a donde enviamos a tantas personas a diario. Ah y que o la pasas bien y te ganas las canas con gusto o te vas a agriar la vida. 38 años no es un universo pero hace tiempo que no soy un ternerito y la vida te enseña que aprendes o aprendes.

El tiempo es una cosa curiosa y si leíste la entrada anterior, me viste yéndome casi a un nivel esotérico contemplando el tiempo y el significado de la vida. Si lees esta entrada, de seguro te choca el cambio de tono, de idioma, de lenguaje utilizado y hasta estilo. Ahora si me conoces, sabes que soy así y escribo esta entrada no sólo para hacer complemento a las que tengo en la cabeza sino para que la gente conozca más de quién y cómo soy.

A menudo me preguntan por qué no escribo más en español y aunque quisiera que la contestación fuese una profunda, termina siendo una semi llorona y es que no sé ni si me leen en español. Por años he tenido una colección de poesía en español y otra bilingüe que se siente que no le dan mucha atención aunque de verdad que quiero a ambos libros muchísimo. Incluso, TwentyVeinte es de los libros que con más orgullo escribí, pero no se mueve mucho. La gente lo lee y le encanta. Le fascina la variedad en temas y la diferencia de quién soy como escritor en inglés y español. En inglés soy más fantasioso, más esotérico y confío que me siento más cómodo escribiendo en ese idioma. Pero no le quita que me gusta escribir en español y por eso para el año que viene saldrán varios libros en español. ¿Cuántos? Pues a ver cuánto me motivo pero a lo mínimo tres. Si se ponen con cosas y piden por esa boca, pues a lo mejor más :D 

Posiblemente te preguntas por qué haré semejante maroma y la razón de nuevo es personal. La gente no necesariamente me lee en español, pero si algo he aprendido dos años fueras de la Isla es que tuve que llegar a Atlanta para finalmente ser boricua y que me dijeran que soy el puertorriqueño. Tuve que ir al jardín botánico de noche para llorar de la felicidad que sentía mi corazón al escuchar el canto del coquí. Duele no estar en casa pero pienso que es el camino que me toca porque hay mucho por hacer y en Puerto Rico sólo puedo llegar hasta cierto punto sin padrino ni pala. En Puerto Rico o eres un duro o conoces a alguien y claramente tengo que seguir puliéndome en mi idioma natal, no sólo para complacer a Mama y las pocas personas que me leen en español, sino porque dentro de mí siento una necesidad tan grande de también dar algo para leer con sabor del Caribe, con sonrisas con agua de sal y rastros de coco, llevado a su perfecto punto de cocción en un alma que disfruta los atardeceres inigualables de mi Isla.

También escribo esto para comprometerme públicamente a esos proyectos, no porque no lo haya hecho antes sino porque la razón para querer hacerlo ha cambiado y en toda honestidad, me parece que cuando lean lo que sale de mí cuando estoy fuera de mi país no sólo demostrará que soy puertorriqueño, sino que amo mi lenguaje, mi casa y las particularidades de hablar como pleno isleño.

Comienza un nuevo año. Nuevas aventuras. Nuevos retos. Nuevos compromisos. No me sorprende que me haga falta PR viviendo al norte del charco, pero tampoco me sorprende que más me pide el alma escribir quien soy de todas maneras que se me ocurran.

Un abrazo,

JD

2 comments:

  1. Jejejeje. Creo que es la primera vez que te leo en español.

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    1. Jajaja tendré que hacerlo más fácil :D Y pues, con ganas de vacilar un poquito mameh!! :D

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