Recientemente debatí con mi esposa sobre la
manera correcta de decir ‘papi’ en puertorro. Nuestros estudios exhaustivos
indican que se escribe con ‘E’ y termina en ‘H’. Cabe hacer la salvedad de
que si por casualidad estás bajo las influencias del alcohol, la ‘H’ se
intercambia por ‘J’ alrededor del tercer o cuarto palo, dependiendo de tu tolerancia al alcohol.
¿Qué tiene que ver esto con mis 38? Tres
pepinos por no hacer referencia a las Islas al este del continente de África a
donde enviamos a tantas personas a diario. Ah y que o la pasas bien y te ganas las canas
con gusto o te vas a agriar la vida. 38 años no es un universo pero hace tiempo
que no soy un ternerito y la vida te enseña que aprendes o aprendes.
El tiempo es una cosa curiosa y si leíste la
entrada anterior, me viste yéndome casi a un nivel esotérico contemplando el
tiempo y el significado de la vida. Si lees esta entrada, de seguro te choca el
cambio de tono, de idioma, de lenguaje utilizado y hasta estilo. Ahora si me
conoces, sabes que soy así y escribo esta entrada no sólo para hacer complemento
a las que tengo en la cabeza sino para que la gente conozca más de quién y cómo
soy.
A menudo me preguntan por qué no escribo más
en español y aunque quisiera que la contestación fuese una profunda, termina
siendo una semi llorona y es que no sé ni si me leen en español. Por años he
tenido una colección de poesía en español y otra bilingüe que se siente que no le dan mucha atención aunque de verdad que quiero a ambos libros muchísimo. Incluso, TwentyVeinte es de los libros que con más orgullo escribí, pero no se mueve mucho. La
gente lo lee y le encanta. Le fascina la variedad en temas y la diferencia de
quién soy como escritor en inglés y español. En inglés soy más fantasioso, más
esotérico y confío que me siento más cómodo escribiendo en ese idioma. Pero no
le quita que me gusta escribir en español y por eso para el año que viene
saldrán varios libros en español. ¿Cuántos? Pues a ver cuánto me motivo pero a lo mínimo tres. Si se ponen con cosas y piden por esa boca, pues a lo mejor más :D
Posiblemente te preguntas por qué haré
semejante maroma y la razón de nuevo es personal. La gente no necesariamente me
lee en español, pero si algo he aprendido dos años fueras de la Isla es que
tuve que llegar a Atlanta para finalmente ser boricua y que me dijeran que soy el puertorriqueño. Tuve que ir al jardín
botánico de noche para llorar de la felicidad que sentía mi corazón al escuchar
el canto del coquí. Duele no estar en casa pero pienso que es el camino que me
toca porque hay mucho por hacer y en Puerto Rico sólo puedo llegar hasta cierto
punto sin padrino ni pala. En Puerto Rico o eres un duro o conoces a alguien y
claramente tengo que seguir puliéndome en mi idioma natal, no sólo para
complacer a Mama y las pocas personas que me leen en español, sino porque
dentro de mí siento una necesidad tan grande de también dar algo para leer con
sabor del Caribe, con sonrisas con agua de sal y rastros de coco, llevado a su
perfecto punto de cocción en un alma que disfruta los atardeceres inigualables de mi Isla.
También escribo esto para comprometerme
públicamente a esos proyectos, no porque no lo haya hecho antes sino porque la
razón para querer hacerlo ha cambiado y en toda honestidad, me parece que
cuando lean lo que sale de mí cuando estoy fuera de mi país no sólo demostrará
que soy puertorriqueño, sino que amo mi lenguaje, mi casa y las particularidades de
hablar como pleno isleño.
Comienza un nuevo año. Nuevas aventuras.
Nuevos retos. Nuevos compromisos. No me sorprende que me haga falta PR viviendo
al norte del charco, pero tampoco me sorprende que más me pide el alma escribir
quien soy de todas maneras que se me ocurran.
Un abrazo,
JD